lunes, 19 de noviembre de 2018

U.U Blue

Tras la muerte de un ser querido el vacío que se va alojando en el corazón es impresionante.
Aunque el día a día se va llenando de los deberes, lo que va surgiendo y así diversas actividades que ocupan tu ser, siempre habrá un momento en el que la nada te haga conectar con esa tristeza o dolor.
Cuando te encuentras en ese momento, piensas si realmente vives, o sólo te dejas llevar por el cotidiano; si tu vida en realidad pende de un hilo que llamamos rutina.
La tristeza en el corazón a veces se siente tan profunda, que hasta cuesta respirar.
Entonces te das cuenta que llevas todo ese tiempo sin disfrutar, que si ríes, no es por una plena felicidad.
A dónde se fueron esos planes, metas, sueños e ilusiones que daban magia a tu interior cuando aún contabas con su presencia.
Ahora pienso que al igual que su presencia, todo eso nunca volverá, me quedaré aquí en la inercia del día a día, siendo una persona azul, sin brillo, ni propósito, sólo la inercia conoce mi destino.

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